España, debido a su situación geográfica, es uno de los países europeos más vulnerables al cambio climático y sufrirá sequías cada vez más extremas, reducción de recursos hídricos, más incendios forestales, desaparición de playas..., con perjuicios al turismo, la agricultura, la salud, la diversidad biológica y en general a todos los sectores productivos.
El cambio climático es ya una realidad, cuyos costes anuales superan los 80.000 millones de dólares, que obligan a adoptar políticas serias para mitigarlo y evitar sus consecuencias en el futuro. El coste de no actuar será muy superior al de las inversiones necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con el objetivo de controlar estas emisiones se firmó en 1997, en el Marco del Convenio de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto. Este acuerdo, que entró en vigor en febrero de este año 2005, va a suponer un cambio significativo en las planificaciones energéticas y medio-ambientales de todos los países que lo han ratificado y aun de los que no.
Es necesario comprender los cambios tecnológicos y normativos que se tendrán que realizar en los próximos años, ya que según la evolución de los cambios de los sectores económicos, de las instituciones y de la sociedad española en general, seremos más o menos capaces de adaptarnos a esos cambios y sus efectos nos afectarán de manera diferente.
Desde la acción sindical como representantes de los trabajadores, podemos proponer y negociar medidas de mitigación y adaptación ante este cambio del clima.
Los contenidos de esta sección al igual que las actividades realizadas sobre esta temática, se desarrollan en el marco del proyecto Clima y Trabajadores.
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