La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático establece como objetivo último lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Se reconoce que el sistema climático es un recurso compartido cuya estabilidad puede verse afectada por actividades industriales y de otro tipo que emiten dióxido de carbono y otros gases que retienen el calor.
Recoge los siguientes compromisos básicos:
- Compromisos generales para todos los países: elaboración de inventarios de emisiones, puesta en marcha de programas de contención de emisiones y de adaptación, cooperación al desarrollo, transferencia de tecnología de la investigación, educación y sensibilización.
- Compromisos específicos para los países desarrollados: adoptar medidas para limitar emisiones y proteger bosques -por su capacidad de función sumidero de CO2-, informar regularmente de las medidas adoptadas y proporcionar recursos financieros a los países en desarrollo, así como facilitar la transferencia de tecnologías limpias.
En virtud del convenio, los gobiernos recogen y comparten la información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, las políticas nacionales y las mejores prácticas.
Ponen en marcha estrategias nacionales para abordar el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos previstos, incluida la prestación de apoyo financiero y tecnológico a los países en desarrollo. Cooperan para prepararse y adaptarse a los efectos del cambio climático.