Nuestro modelo productivo y social, está basado desde el siglo XIX, en el uso creciente de la energía de una manera poco sostenible, por cantidad y por tipo de fuentes, un 85% de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas natural.
Según el Tercer Informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), se observa que si bien la evolución de la temperatura se puede explicar suficientemente bien sólo mediante causas naturales durante la primera mitad del siglo XX, no es así durante la segunda mitad.
Sólo considerando el papel del ser humano es posible explicar el aumento de temperatura observado en el planeta en la segunda mitad del siglo pasado. Los incrementos de temperatura del siglo XX han sido, probablemente, los mayores ocurridos en un siglo en los últimos 1.000 años.
La industria, el transporte de personas y mercancías, la generación de electricidad, la calefacción, determinadas prácticas agrícolas y sistemas de refrigeración y climatización industrial y doméstico son ejemplos de actividades que contribuyen al problema a través de la emisión de gases de efecto invernadero.