El cambio climático, la situación de la capa de ozono, la existencia y persistencia de miles de sustancias de síntesis en los ecosistemas, las aguas y los suelos, la desaparición de especies y de espacios naturales ponen de manifiesto la incidencia negativa de nuestras actividades. Una de las consecuencias más drámáticas de las mismas es la pérdida de espacios naturales y la fragmentación de hábitats, que amenazan a la biodiversidad y a los recursos naturales.
Nuestra biodiversidad, la más rica de Europa, no está exenta de amenazas incluso en las áreas protegidas. Y nuestro bosques sufren cada año la lacra de los incendios forestales, con un elevado coste humano por la muerte, cada año, de profesionales de la extinción, y un altímisimo coste ambiental y económico, por la pérdida de miles de hectáreas de monte.
Por otro lado, la ordenación del territorio, verdadera asignatura pendiente en nuestro país, sigue obedeciendo a la creación de nuevas y grandes infraestructuras de comunicación y tranporte, y a voraces procesos urbanizadores, que en general no tienen en cuenta el medio físico sobre el que actúan, ni los recursos de los que dependen, en muchas ocasiones, como el agua, escasos.
Como parte de nuestro trabajo en defensa de un desarrollo sostenible, desde ISTAS intentamos promover el diálogo y el debate alrededor de este tema, y proporcionar materiales y documentación sobre el mismo.