La influencia del clima está presente en todas las actividades agrarias. El clima determina los lugares donde pueden crecer los cultivos y su rendimiento. Todos los ecosistemas agrícolas y forestales dependen de la fotosíntesis y ésta de la absorción de energía y CO
2 por las especies vegetales. Investigaciones llevadas a cabo han puesto de manifiesto las claras influencias climáticas en el crecimiento, distribución y abastecimiento de las reservas pesqueras. En definitiva, el clima es el principal factor que fija la productividad de una explotación agraria.
Aunque en los estudios realizados hasta el momento no se establece claramente que los potenciales agrícola y pesquero mundiales experimenten un aumento o descenso en su promedio por efecto del cambio climático, sus efectos pueden ser graves en algunas regiones, en particular por el declive de la producción en zonas que en la actualidad presentan una vulnerabilidad alta.
Una elevación de 2 ºC en la temperatura de las aguas oceánicas puede producir cambios sustanciales en la distribución, crecimiento y reproducción de las reservas de peces, nuevas áreas de desove y ubicación de los bancos de pesca.
La producción agrícola de España representa el 12,1% de la producción total de la Unión Europea, detrás de Francia (23,1%), los sectores hortofrutícola, viñedo, olivar y cerealista son los más destacados. Aproximadamente un 30% de la superficie de España, 50 Mha, se cultiva o se dedica a pastos.
La influencia de la PAC (Política Agraria Común) se plasma en la elección de las secuencias de cultivos de las rotaciones de secano y regadío. Esta elección no siempre es la más adecuada en términos agronómicos, ni con relación al clima y al suelo
El incremento en la concentración de CO2, la subida de la temperatura del aire y los cambios en las precipitaciones -principales consecuencias atmosféricas del cambio climático- tendrán efectos opuestos y no uniformes en las regiones españolas.
El efecto positivo del incremento de CO2 sobre los niveles fotosintéticos puede verse diluido por el efecto negativo de altas temperaturas o menores precipitaciones: las temperaturas más suaves en invierno permitirán mayores tasas de crecimiento de los cultivos, si la disponibilidad de agua es adecuada, pero por otra parte las mayores temperaturas posteriores harán aumentar la demanda evapotranspirativa de los cultivos, incrementándose las necesidades de riego en algunos casos.
Los contenidos de esta sección son:
Efectos del cambio climático |
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Los efectos del cambio climático sobre los sistemas agrarios se han abordado en los informes del IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), e indican impactos importantes en general: los cambios en las concentraciones de CO2, los valores de las temperaturas del aire y del suelo, así como las variaciones en las precipitaciones estacionales, tendrán efectos contrapuestos y no uniformes en la península Ibérica y en particular en España. |
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Sensibilidad al clima actual |
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La estabilidad y sostenibilidad del sistema agrario dependen principalmente de las variaciones interanuales y estacionales de las precipitaciones, que establecerán la disponibilidad de agua para regadío, de la forma de las lluvias, si es torrencial o no y de la aparición o disminución de heladas en primavera. |
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Zonas más vulnerables |
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El clima es el principal factor que fija la productividad de una explotación agraria. |
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Principales opciones adaptativas |
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En el sector agrario, según estudios del IPCC, pueden obtenerse importantes reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, debidas tanto a la mejora de la utilización de la energía entre un 10% y un 20% como a la aplicación de nuevas técnicas de cultivo, la producción de biocombustibles en tierras agrícolas, el mejor uso de los productos químicos y la adecuada gestión de las explotaciones agropecuarias. |
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Repercusiones sobre otros sectores |
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Factores ambientales como la concentración y difusión atmosférica del CO2, temperatura, insolación, precipitación y humedad del suelo y disponibilidad de agua pueden sufrir alteraciones apreciables con el cambio climático, afectando a las características del suelo, generando competencia con otros sectores económicos por la necesidad de agua e implicando a otros sectores como el alimentario o el de las aseguradoras. |
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