Es necesario conocer las pautas biológicas y no biológicas que regulan los parásitos y agentes patógenos y el ambiente.
Es prioritario el desarrollo de modelos de simulación que expliquen diversos datos del comportamiento del agente patógeno respecto al clima, también de mapas de predicción de riesgo de una determinada plaga y de modelos que expliquen la dinámica estacional del agente a estudiar.
Los modelos deberían incluir a qué implicaciones económicas pueden dar lugar los diversos escenarios de cambio climático.
Se espera que el tiempo de adaptación a los cambios sea relativamente corto, por lo que sería conveniente que los veterinarios y ganaderos dispusieran de herramientas de evaluación para poder atender la demanda que se producirá en esos momentos de reajuste.