Las alternativas que pueden plantearse ante la reducción del alimento disponible como consecuencia del cambio climático pueden pasar por una reducción de la carga animal, es decir del número de cabezas de ganado por unidad de superficie, cambios en el manejo del pastoreo e incremento del alimento extra durante el pastoreo.
Será necesario un mayor coste energético en la fabricación de instalaciones para el mantenimiento de la temperatura ambiental correcta.
Además, la utilización de razas autóctonas es importante ante el control frente a las diversas enfermedades, porque presentan una adaptación natural a ellas como consecuencia de una larga coexistencia con ellas.
Se puede actuar sobre los residuos y estiércoles ganaderos, y sobre la quema de residuos agrícolas, mediante el entierro de residuos como abonado verde y limitando la quema de rastrojeras. Esto supone una vía de reciclado de compuestos orgánicos que reducirán la proporción que debe ser destinada a vertederos.