Según estudios del IPCC, las reducciones de consumo energético en los vehículos ligeros, pueden disminuir las emisiones específicas entre un 10% y 25% para el año 2020. Además, si se utiliza diésel, gas natural, o propano en lugar de gasolina, técnicamente se pueden reducir las emisiones entre un 10% y 30%, que alcanzarían el 80% si los combustibles proceden de fuentes renovables (biodiésel y bioetanol). Además, el control de las fugas de refrigerante puede añadir otro 10% de reducción.
También pueden llevarse a cabo planes de renovación acelerada del parque de turismos con planes equivalentes al PREVER, que hará desaparecer lo vehículos más viejos y más contaminantes. Esta misma renovación deberá hacerse en vehículos industriales, flotas de aviones y trenes.
Existen posibilidades de reducción mediante un mejor aprovechamiento de la capacidad de los vehículos de pasajeros y de mercancías -mayores cargas por vehículos, menores recorridos en vacío y optimación de rutas- que, según estimaciones de la Comisión Europea, podrían reducir el número de vehículos/km entre un 10% y 40%. En el transporte aéreo, la mejora de los sistemas de control de tráfico y operación de los aviones pueden permitir reducciones de consumos en torno al 20%.
La reducción de emisiones es posible trasvasando los desplazamientos interurbanos desde la carretera y el transporte aéreo a modos con menores consumos, como el ferrocarril y el marítimo. Según estimaciones realizadas por RENFE, cada 1% del tráfico de viajeros del vehículo privado, tráfico aéreo y tráfico de mercancías por carretera, trasvasado al ferrocarril y al autobús, supone reducir un 0,6% las emisiones del transporte.
Las posibilidades de reducción por trasvases del vehículo privado al transporte colectivo en los ámbitos urbano y metropolitano son elevadas y no hay que olvidar que el vehículo privado es especialmente ineficiente, es 3 veces más despilfarrador que el ferrocarril de cercanías o el metro y 2,5 veces más que el autobús urbano.
Los últimos estudios indican que gran parte de la reducción se produciría a un coste inferior a 8-15 €/t de CO2 equivalente.