La importancia del sector turístico dentro de la economía española es evidente: los ingresos por turismo, según información suministrada por el Banco de España, en el año 2003 supone el 77.4% de la cobertura del déficit comercial en España y da empleo a más de 2 millones de personas, el 12,5% del empleo del total de España.
Además, si se tiene en cuenta la gran dependencia del turismo de otros sectores económicos -agricultura, industria y servicios- se concluye que, por el efecto multiplicador, una parte muy significativa de la economía española está vinculada a la evolución del turismo.
Uno de los rasgos básicos del turismo en España es la diversidad y la abundancia de sus recursos. Existen cuatro entornos turísticos diferenciados: el espacio litoral, el de montaña, el espacio rural y el urbano.
No obstante, la mayoría de turistas extranjeros que vienen a España provienen de países del centro y norte de Europa, cuya motivación más importante es aproximarse a un clima soleado cerca de la costa. El turismo litoral o «de sol y playa» es el que sigue predominando de manera abrumadora, siendo algunas zonas dependientes exclusivamente de él.
Por todas estas razones resultan tan significativas las consecuencias que tendrá sobre el turismo el cambio climático.