Medidas tales como, la sustitución del carbón por gas natural y por medio de tecnologías de combustión más eficientes que tienen mejores rendimientos energéticos y que puede llevar a reducciones de emisión de CO2 por unidad de energía utilizada de hasta un 50%
Sin embargo, el grado en que pueden conseguirse estos potenciales dependerá de futuras reducciones de costes, del ritmo de evolución y aplicación de las nuevas tecnologías, de la financiación, así como de las medidas destinadas a superar diversos obstáculos no técnicos, como los impactos ambientales, la aceptación social y otras condiciones regionales y sectoriales. Las estimaciones más fiables indican la existencia de algunas medidas a coste neto negativo; aunque la mayor parte de ellas no llegarían a 30 €/t de CO2 equivalente.
En cualquier caso, para el sector energético en su conjunto es fundamental disponer de un buen conocimiento de la relación existente entre ciertos factores ambientales, como el tiempo, y el consumo de energía sobre todo para planificar la estructura del parque generador durante los períodos en que los picos de consumo pueden provocar caídas en el abastecimiento.
También es fundamental disponer de una buena estimación del recurso hídrico disponible a corto y medio plazo para evaluar la capacidad energética almacenada en los sistemas hidroeléctricos; así como de las condiciones meteorológicas que pueden afectar a la producción de especies vegetales utilizadas para la obtención de biocombustibles.