- Aprovechar la luz natural produce un ahorro en iluminación y es una fuente de calor gratuito durante el invierno.
- Establecer temperaturas de confort ajustadas al proceso de producción. Por ejemplo, en una oficina en invierno sería suficiente una temperatura de calefacción de 20 ºC.
- Revisar el aislamiento en los sistemas constructivos y en calderas y depósitos.
- Aislar las tuberías que transportan el fluido de calefacción.
- Las calderas deben someterse a revisiones periódicas. Una caldera sucia tiene dificultades para la combustión y por tanto consume más y puede provocar accidentes.
- En el caso de que en la empresa existan radiadores eléctricos, sustituirlos por acumuladores o bombas de calor. Esto reducirá sustancialmente el gasto en electricidad.
- Las válvulas termostáticas en radiadores y los termostatos programadores son soluciones accesibles, fáciles de instalar y pueden amortizarse rápidamente por los importantes ahorros de energía que suponen.