Una forma de realizar el seguimiento de la implantación y ejecución del Plan de Movilidad y/o medidas concretas es analizando la evolución de los principales indicadores que deseamos modificar hacia pautas de una mayor sostenibilidad: reparto modal, consumo energético, contaminantes emitidos por el desplazamiento de los trabajadores, siniestralidad in itínere, ocupación de suelo, absentismo laboral, puntualidad, beneficios económicos para la empresa y los trabajadores, o niveles de contaminantes.
Para comenzar se formará un grupo de trabajo impulsado por el gestor de la movilidad del polígono en colaboración con los responsables de movilidad de las empresas y en el que participen igualmente los representantes sindicales. Este grupo estará apoyado por alguna de las autoridades concernidas (ayuntamiento, consorcios o autoridades metropolitanas de transporte...) que evalúen la evolución de los parámetros fundamentales:
- Se medirá de forma periódica la distribución modal de los trabajadores en sus desplazamientos
Para ello se realizarán sondeos a través de la realización de sencillos cuestionarios que permitan ver la evolución mes a mes conforme se van implantando las medidas encuesta. - Se medirá la siniestralidad in itinere
Se realizará un balance de los accidentes que se han producido en la ida
y vuelta al trabajo, especificando: - gravedad del mismo;
- horas de trabajo perdidas en relación al accidente;
- causas del accidente.
Los resultados servirán para informar a los trabajadores y sugerir los medios de desplazamiento más seguros: no motorizados y transporte público; igualmente se incluirán sugerencias sobre modos de conducir sin riesgo.
- Las emisiones de contaminantes también deben vigilarse, en especial el ozono, este es un gas preocupante durante los meses de abril a octubre, sobre todo durante los días calurosos o los muy húmedos, que son especialmente peligrosos para la salud de las personas con problemas respiratorios. Las empresas pueden verse perjudicadas por excesivos niveles de ozono al afectar a la productividad de sus empleados.
En los polígonos industriales y empresariales se deberían aplicar normas voluntarias que incluyan:
- Información de los servicios de calidad del aire del ayuntamiento respectivo, comunidad autónoma o ministerio sobre los niveles de contaminación atmosférica.
- Si los contaminantes superan los umbrales permitidos, los trabajadores y la dirección de las empresas modificarán sus actividades para reducir aquella contaminación (NOx, COVs) que pueda producir emisiones de ozono, pudiendo llegar a modificar los horarios para realizar ciertas operaciones.
- Fomentar el coche compartido y el uso del transporte público. En este caso se evitará hacer grandes trayectos caminando o en bicicleta.
- Advertir a los empleados y clientes de los peligros de elevados niveles de ozono (también para ellos) y reprogramar las actividades de producción en ese día (especialmente en el caso de utilizar pinturas, disolventes, etc.).
- Informar a los trabajadores del polígono a través de los sistemas de comunicación interna (correo electrónico, megafonía, etc.) de la situación de los contaminantes y cómo pueden afectar, así como las medidas a poner en práctica.
- Costes del transporte
Se contabilizará el coste monetario que se asigna a la movilidad al trabajo, viendo su evolución antes y después de la puesta en funcionamiento de las medidas.
Para ello se diseñará una tabla comparativa sobre el coste en diferentes modos y medios de transportes desde los domicilios hasta el polígono industrial, asignando indicadores por viajero y kilómetro.