El ir y volver del trabajo representa un importante coste económico para los trabajadores; dependiendo de las distancias y el modo de transporte utilizado, puede encontrarse entre los 150 y 250 euros mensuales en el caso que se desplace en coche.
Los polígonos industriales o empresariales se sitúan por lo general en lugares alejados y con escasos servicios de transporte público, lo que obliga a muchos empleados a acceder con su propio vehículo y destinar una parte del salario al pago de este servicio, pero además el trabajador deberá incluir aquí las horas de sueño que destina a los atascos y el estrés que le producen los mismos.