El coste de la ocupación del suelo

La obligación de destinar suelo urbano industrial al aparcamiento de los vehículos de los trabajadores supone un coste adicional, especialmente en aquellos casos donde existe escasez de suelo o donde éste tiene un precio elevado. Además impide que ese espacio se destine a otros usos productivos.

Los polígonos industriales y empresariales en su origen se diseñan con un 20% más de espacio para destinarlo a espacio de aparcamiento y viales, además cada empresa en el interior de su parcela deberá destinar otro tanto para poder circular y estacionar vehículos. Este casi 40% de suelo destinado al automóvil supone un sobrecoste excesivo que no siempre es valorado correctamente. Únicamente cuando la compañía desea hacer ampliaciones y analiza la deficiencia de plazas de aparcamiento se valora económicamente este aspecto de la actividad productiva.

Un automóvil necesita al menos 20 m2 para estacionar y otro tanto para circular; resulta curioso cómo el espacio destinado al transporte de los trabajadores es mayor que el que ocupa un trabajador en su oficina.


Así, por ejemplo, en la Zona Franca de Barcelona hasta donde diariamente acuden 43.000 trabajadores, de los que el 63% van en coche, se necesitan 541.800 m2 para estacionar los vehículos. Este suelo industrial tiene un precio monetario nada despreciable y que los empresarios cada vez tienen más en cuenta.