Según los estudios que ISTAS está elaborando sobre reciclaje de residuos orgánicos y generación distribuida de energía, estos sectores podrían dar lugar a un notable desarrollo económico, social y ambiental para España en 2020.
Para conseguir este objetivo, sería necesario la generalización de la recogida selectiva de la materia orgánica de los residuos y un marco regulatorio favorable a las energías renovables que superase las barreras que hoy existen.
La recogida selectiva podría contribuir a generar empleo y, además, facilitaría el cambio de modelo productivo en otros sentidos muy deseables, como la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (fundamentalmente de metano) en los vertederos. También reduciría el déficit que hay en España de materia orgánica en suelos y permitiría aumentar la retención del agua, así como a frenar la desertificación (un 20% de los suelos tiene un alto riesgo). Por último, también permitiría aprovechar el abono orgánico para la agricultura reduciendo nuestra dependencia de los fertilizantes de síntesis que contaminan el suelo.
En cuanto a los beneficios que tiene un modelo energético distribuido y renovable dirigido al autoconsumo son muchos. Entre las ventajas ambientales se encuentran la reducción en la importación de combustibles fósiles y la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras. Desde el punto de vista social, se aumenta la transparencia, la participación y el control democrático de la actividad productora de energía, permitiendo que los consumidores pasen de ser sujetos pasivos a productores-consumidores activos.
Los beneficios en el empleo son también evidentes. Crea más puestos de trabajo que el modelo convencional fósil y nuclear controlado por grandes corporaciones, e incluso más que un modelo renovable basado en grandes instalaciones. Las características del empleo asociado son muy atractivas. El trabajo está más distribuido por el territorio que el modelo centralizado basado en grandes plantas e infraestructuras, y esto contribuye a apoyar la economía local, promover el desarrollo rural y fijar la población al territorio. Es un empleo no deslocalizable, que por otro lado, permite la entrada de nuevos actores en el sector eléctrico ahora controlado por las gigantes eléctricas, como cooperativas y pequeñas empresas.
Los estudios y el curso estarán editados en junio de 2014 y las preinscripciones para recibirlos se encuentran ya disponibles en la página web del proyecto. Se trata de acciones gratuitas cofinanciadas por el Fondo Social Europeo, en el marco del Programa Empleaverde, gestionado por la Fundación Biodiversidad en calidad de organismo intermedio.
Contacto: http://empleoverdeylocal.istas.net