Reconocido el origen profesional del síndrome de sensibilidad química múltiple
Condenan a Asepeyo a indemnizar a una restauradora de cuadros de Patrimonio Nacional
El Juzgado Social 35 de Madrid ha reconocido por primera vez el origen profesional del síndrome de sensibilidad química (SSQ) múltiple en una sentencia contra la mutua Aspeyo de Accidentes de Trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social y la empresa Patrimonio Nacional para la que trabaja.
Según la sentencia una mujer de 35 años, que trabajaba como restauradora de cuadros para Patrimonio Nacional ha contraído el SSQ en el desempeño de su empleo. Desde 2008, la paciente notó su salud deteriorada sintiendo molestias en la garganta, malestar general, gástrico, cefaleas, dermatitis, sequedad de mucosas, diarrea y dolores articulares ante la presencia de perfumes, pinturas, ambientadores, gasolina, lejía, cosméticos, insecticidas y productos de limpieza.
La mujer, después de pasar por varios periodos de bajas laborales, solicitó la declaración de Invalidez Permanente Total por enfermedad profesional, que le fue denegada a pesar de haberle sido diagnosticado el SQQ y las enfermedades asociadas síndrome de fatiga crónica y fibromialgia.
Según la sentencia, la Seguridad Social denegó la incapacidad de la trabajadora al 'no presentar reducciones anatómicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral', por lo que la mujer demandó a la empresa, y a la mutua.
En esta sentencia, el juez ha declarado la incapacidad permanente total por enfermedad profesional al considerar que la mujer está limitada para las tareas de su profesión dada la pérdida de tolerancia a estos productos generando una 'evidente incompatibilidad' y una incapacidad permanente total para su profesión habitual.