Las altas temperaturas pueden ocasionar enfermedades específicas y muertes por golpes de calor
El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS-CCOO) está finalizando un proyecto, financiado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a través de la Fundación Biodiversidad, que pretende promover la adaptación y la protección de la salud humana, y especialmente de alguno de los sectores más vulnerables, ante la incidencia del cambio climático.
El cambio climático está teniendo impactos sobre la actividad productiva, sobre la agricultura y sobre los diferentes ecosistemas, con sus repercusiones en la pérdida de recursos y de empleo, pero también tiene un gran impacto en la salud humana por efecto del aumento de las temperaturas y las olas de calor, por los eventos metereológicos extremos, por su incidencia en el incremento de ciertos contaminantes atmosféricos, por la proliferación de alergias y por el aumento de las enfermedades trasmitidas por vectores infecciosos, por alimentos o por el agua.
Esto nos obliga, no sólo a desarrollar con urgencia medidas de mitigación para reducir en todos los sectores las emisiones de gases contaminantes en el marco del Acuerdo de Paris y a considerar la transición justa de nuestro modelo energético y productivo, sino también a poner en marcha cuanto antes medidas de adaptación para controlar y disminuir los efectos de las alteraciones climáticas.
El Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (ISTAS-CCOO) ha elaborado en el marco de este proyecto una Guía sobre los efectos del cambio climático en la salud pública y en el trabajo y un video divulgativo, así como realizado durante 2016 un Foro de Expertos y una Jornada de debate que ha contado con la participación de expertos referentes en salud ambiental, así como representantes de la Oficina Española de Cambio Climático, el Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Salud e Higiene en el Trabajo (INSHT).
La interrelación entre la salud ambiental, la salud pública y la salud laboral debe tratarse de manera integral ya que los riesgos son comunes. Por tanto las políticas de protección del medio ambiente, de la salud pública y de la salud laboral deben tener un alto grado de sinergias, de planificación integral y de coordinación administrativa.
El RD que regula las condiciones de los lugares de trabajo no protege tajantemente frente a los riesgos asociados a las altas temperaturas a los colectivos que realizan sus tareas al aire libre, que son, además, los que suelen tener las condiciones de contratación más precarias y pertenecen a los estratos socioeconómicos más débiles. CCOO viene manifestando reiteradamente que tampoco el Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud, orientado a las poblaciones más vulnerables, atiende debidamente a la población trabajadora, lo cual resulta especialmente grave para los colectivos que realizan trabajos con esfuerzo físico al aire libre.
CCOO pone de relieve que no contamos con un sistema de información adecuado para dar seguimiento a los daños a la salud y los accidentes que las altas temperaturas están causando en estos colectivos, primer paso para prevenirlos. ISTAS ha revisado los datos disponibles, de fuentes diversas, y señala las carencias que dan fuerza a la exigencia de que el citado Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud abarque la protección de la población trabajadora.
La protección de la salud de las y los trabajadores es una obligación empresarial clara derivada de la LPRL, que se aplica tanto a ambientes interiores como exteriores. En ambos casos, es necesario que el plan de prevención establezca si los episodios de altas temperaturas exteriores pueden suponer un riesgo laboral. En dicho caso, se deben prever, con la debida anticipación y con la participación de los y las representantes de los trabajadores, las medidas preventivas a aplicar, según la severidad del riesgo, encaminadas a evitar daños a la salud, accidentes y malestar.
Es necesario un mayor control por parte de las autoridades de las condiciones de trabajo y de las condiciones de salud de los trabajadores más vulnerables desde el punto de vista de la precariedad contractual y de sus condiciones socioeconómicas, que suelen ser los que realizan sus tareas en exteriores.