“Una profunda decepción. Es lo que sentimos los sindicatos que hemos venido a Durban. El mismo documento de acuerdo al que se ha llegado reconoce que la brecha entre las recomendaciones de la comunidad científica para evitar que el calentamiento global supere en 2ºCla temperatura de la era preindustrial y los compromisos voluntarios adquiridos por los países sigue creciendo y pone en grave riesgo el objetivo de no superar este límite, acordado en Copenhague como guía para las negociaciones climáticas”, ha declarado Llorenç Serrano, secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO y miembro de la delegación internacional de los sindicatos presente en la Cumbre del Clima de Durban (COP17).
Para la Confederación Sindical Internacional (CSI), de la que forma parte CCOO, la falta de un acuerdo ambicioso se traducirá en daños irreversibles para millones de trabajadores, en términos de seguridadalimentaria, proliferación de catástrofes, pérdida de salud pública y crisis deempleo.
“En ningún momento la Conferencia ha tenido posibilidades de abordar los compromisos que el planeta y la humanidad necesitan, esto es, unos mayores objetivos de reducción de emisiones, políticas de adaptación a los efectos ya irreversibles del calentamiento global, el desarrollo de una agenda haciasociedades más justas y equitativas y hacia una economía sostenible, conempleos decentes y de calidad”, afirma el responsable de Medio Ambiente de CCOO.
“La dificultad para alcanzar acuerdos y el esfuerzo realizado por las negociadores,así como haber salvado de nuevo el proceso multilateral no son argumentos suficientes para satisfacernos. Nuestro futuro necesita más ambición y compromiso. Se ha perdido demasiado tiempo, un tiempo que ya no podremos recuperar”, asegura Llorenç Serrano.
Los sindicatos han ido a Durban para reclamar a los gobiernos desarrollados que asumiesen un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto. “Pero sólo como una pieza necesaria en la consecución de un acuerdo legalmente vinculante para todos los países, en el que los esfuerzos se repartiesen de acuerdo con el principio deresponsabilidades y capacidades diferenciadas”, añade.
A UGT y CCOO nos congratula que la Unión Europea se haya comprometido con este segundo periodo, lo que le ha permitido volver a liderarlas negociaciones sobre el clima. “Pero advertimos que estadecisión, en la que Europa se compromete a seguir reduciendo emisiones, no debe verse como una penalización, sino como una senda de oportunidades para salir de la crisis, generar empleo y llegar a un tejido productivo más eficaz”, asegura Isabel Navarro, secretaria confederal de Medio Ambiente y Cambio Climático de UGT.
Otro de los objetivos de los sindicatos ha sido presionara los representantes políticos para que alcanzasen un acuerdo sobre financiación justo y operativo. “Pero no se ha conseguido un sistema de gobierno del Fondo Verde Climático con la transparencia quedesearíamos, tampoco quedan claras las fuentes de los fondos y aún no hay recursos asignados”, añade Navarro.
Nuestra propuesta para mantener y hacer operativo el principio de transición justa a través de un mandato a la Organización Internacional de Trabajo no se ha recogido. El concepto de transición justa se ha movido, de forma no definitiva, del preámbulo al capítulo de medidas de respuesta. Eso sí, con una redacción muy adecuada: “Insta a las partes a implementar políticas y medidas par apromover una transición justa para la gente trabajadora, la creación de trabajo decente y empleos de calidad de acuerdo con las prioridades y estrategias nacionales”. Plantearemos al Gobierno entrante el cumplimiento de esta medida.
El movimiento sindical deberá redoblar los esfuerzos en el proceso de desarrollo de los acuerdos de Durban y ante la futura COP18 en Qatar. La elección de ese país, que se caracteriza por la negación de derechos laborales y cívicos, hace más necesaria que nunca la presión previa en cada país a los gobiernos para que las conferencias del clima respondan de una vez por todas a los retos del calentamiento global.
En las actividades paralelas que se han celebrado en Durban se han evidenciado las posibilidades de las agendas de economía y empleos verdes para conseguir una salida más justa de la crisis. Una oportunidad para poner en pie políticas adecuadas de sostenibilidad se dará en Río +20 en junio del año que viene, en donde la CSI defenderá inversiones equivalentes al 2% del PIB en cada país para la promoción de empleos verdes y decentes, la tasa de transacciones financieras (TTF) para financiar el desarrollo limpio y la necesidad de un suelo de protección social universal.