ISTAS se une al llamamiento a las instituciones para que actúen frente a los daños ocasionados por los disruptores endocrinos.
Doce organizaciones y colectivos sociales europeos -entre los que se encuentran ISTAS, Greenpeace, el Buró Europeo de Medio Ambiente y la fundación de prevención del cáncer, se han unido para lanzar un llamamiento a la Comisión Europea, a los Estados Miembros y a las instituciones europeas para que actúen frente a los daños ocasionados por los alteradores hormonales o disruptores endocrinos.
Los disruptores endocrinos son sustancias capaces de interferir en los procesos hormonales y provocar serios daños tanto en la naturaleza como en la salud humana, entre los que destacan el deterioro de la salud reproductiva (masculina y femenina), el aumento de la incidencia cánceres relacionados con transtornos hormonales y de las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y problemas neurológicos como déficit de atención. Estamos expuestos a los disruptores endocrinos a través de los productos y artículos de consumo que los contienen así como a través de los alimentos y del agua.
La petición de las ONGs e ISTAS está reforzada con la presentación en Bruselas, el pasado 3 de mayo, de la lista SIN 2.0, elaborada por la organización sueca ChemSec en consorcio con otras organizaciones no gubernamentales de toda Europa, entre las que también se encuentra el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS).
La lista SIN de sustancias a proponer como candidatas al proceso de autorización del Reglamento europeo de gestión y control de sustancias químicas (REACH), pretende en su versión 2.0. identificar los alteradores endocrinos que deberían ser acción prioritaria en la UE para ser eliminados o restringidos urgentemente del mercado europeo.
Así, se han pro el BPA utilizado en el envasado de alimentosesentado, 22 sustancias altamente preocupantes identificadas únicamente por sus propiedades de alteración endocrina, entre las que destacan por ejemplo los ftalatos utilizados para ablandar plásticos, los parabenos utilizados como conservantes en muchos productos cosméticos y de cuidado personal, filtros ultravioletas utilizados en los protectores solares o el Bisfenol A (BPA) utilizado en el envasado de alimentos. Estas sustancias también se encuentran en las tintas de impresión, pinturas, gasolina, conservantes de madera, además de ser utilizados en procesos tales como la limpieza en seco y el tratamiento de cuero.
Más información:
Llamamiento a la Comisión Europea, a los Estados Miembros y a las instituciones europeas