Perjudicar el desarrollo de las renovables, perjudica el cambio de modelo productivo.
El desarrollo de las energías renovables exige apoyos suficientes y predecibles y que muchas de las medidas que ha ido tomando el Gobierno en los dos últimos años van en sentido contrario a esa seguridad que se necesita.
Mañana miércoles 26 de enero se debate en el Congreso el Real Decreto Ley 14/2010 por el que el Gobierno pretende recortar con carácter retroactivo el número de horas de producción fotovoltaica con derecho a percibir la prima. Si la norma se aprueba, las instalaciones recibirán hasta un 30% menos durante los tres años de aplicación de la medida, aunque el Gobierno haya extendido el cobro de la prima de 25 a 28 años.
Esta medida y otras parecidas tomadas recientemente por el Ministerio de Industria crean inseguridad jurídica en un sector básico para el cambio de modelo productivo y pueden perjudicar al empleo del sector ya que puede disuadir futuras inversiones. España cuenta con empresas líderes en el sector de las renovables, pero esta situación puede revertirse de continuar la política errática del Ministerio de Industria.
El sector de las energías renovables emplea a 113.227 personas - 68.737 directos y 44.758 indirectos -, la mayoría puestos de trabajo de carácter indefinido y de alta cualificación, según el Estudio sobre el empleo asociado al impulso de las energías renovables en España 2010 elaborado por ISTAS. De estos empleos, 28.350 (incluidos directos e indirectos) corresponden al sector fotovoltaico. Según los planes energéticos del Gobierno, el sector fotovoltaico podría emplear a cerca de 49.000 personas en 2020 y, si adoptase medidas de impulso y estímulo, la cifra podría alcanzar los 70.000 empleos para esas mismas fechas.
En la actual situación CCOO denuncia que es "el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio es el responsable de trasladar a la sociedad la percepción de que las renovables son un riesgo para nuestro sistema energético". Según CCOO, el gobierno se ha plegado a las presiones de las compañías eléctricas, que ven reducir sus beneficios cuando -en plena contracción de la demanda- el crecimiento de las renovables les reduce su parte del pastel de generación eléctrica. "El Ministerio de Industria plantea las primas sobre las renovables como un factor de encarecimiento de la electricidad en España y, por tanto, un riesgo para nuestra competitividad" explica CCOO.
El sindicato considera que "hay que evitar una remuneración desproporcionada que favorezca la especulación, pero esto no justifica que el Gobierno -que creó las condiciones para la burbuja- ponga ahora en riesgo el empleo en un sector que ha creado muchos puestos de trabajo, evita emisiones de CO2, genera riqueza y produce energía autóctona. En definitiva, los costes evitados de las tecnologías renovables (en importaciones, emisiones, mercado eléctrico,…) superan con creces el importe de las primas".
El debate sobre el coste de la electricidad no puede abordarse atendiendo sólo a las primas de las renovables. Tiene mucha más importancia en la determinación del precio de la electricidad el sistema de fijación del mismo en el mercado eléctrico.
Es importante que se mantenga la política de primas a las renovables en función de lo maduración que hayan alcanzado las distintas tecnologías. Y debe hacerse con plena seguridad jurídica y predictibilidad, condiciones necesarias para la elaboración de planes de negocio y de un desarrollo armónico del sector. En este sentido, el Gobierno debería tomar las decisiones con una visión temporal amplia, coherente con la apuesta realizada hace años y no arriesgando por motivos coyunturales el futuro de un sector estratégico para la economía y el empleo en España.
Cientos de empresas y organizaciones sociales nacionales y europeas, entre ellas CCOO, han suscrito un manifiesto para reclamar un 100% renovable