Cambio climático_objetivos ambiciosos

Ante la Cumbre del Clima de Copenhague, los sindicatos demandan que el realismo implique también ambición de objetivos


Conforme los gobiernos minimizan las perspectivas para la cumbre del clima de la ONU en diciembre y las probabilidades de alcanzar un acuerdo vinculante se van desvaneciendo, el movimiento sindical internacional ha lanzado hoy un llamamiento a los gobiernos para que acudan a Copenhague dispuestos a adoptar decisiones que sitúen al mundo en una vía inequívoca hacia un futuro con bajas emisiones en carbono.

"La ciencia demuestra claramente que cuanto más esperemos, mayores serán los costes humanos, medioambientales y económicos. Es necesario que los gobiernos adopten compromisos ambiciosos que establezcan de una vez por todas los elementos esenciales de un tratado que deberá ser completado con la mayor urgencia. Esto implica objetivos legalmente vinculantes respecto a las emisiones y una financiación a más largo plazo para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse, además de estrategias encaminadas a una "transición justa" a fin de abordar la dimensión social y del empleo", ha afirmado hoy el secretario General de la Confederación Sindical Internacional, Guy Ryder.

La declaración de la CSI sobre la Cumbre del Clima, que se ha hecho pública hoy, pone el énfasis en la necesidad de crear empleos verdes y decentes mediante inversiones en nuevos servicios y métodos de producción bajos en carbono, así como medidas para reducir las emisiones de CO2 en las industrias existentes. La plataforma de la CSI ha sido desarrollada tras un intenso proceso de negociación que ha durado 18 meses y en la que se han involucrado sindicatos de todos los rincones del mundo . Refleja las preocupaciones y las propuestas de los trabajadores tanto en países industrializados como en desarrollo.

"El mundo simplemente no puede permitirse seguir aplazando una acción para evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático. El liderazgo político reviste una importancia crítica en esta coyuntura y a menos que se dé un nuevo impulso a la lucha contra el calentamiento global, el mundo tendrá que pagar un alto precio", ha indicado Ryder.