En la Cumbre del Clima que se está celebrando en Poznan (Polonia) y que previsiblemente acabará el día 12 de diciembre no sólo se reúnen los representantes de los 187 gobiernos que asisten a la cita, de la que deben salir las bases para un acuerdo mundial de reducción de emisiones que sustituya al actual Protocolo de Kioto. Al mismo tiempo que se celebraban las reuniones "oficiales", se han desarrollado decenas de encuentros paralelos, conocidos como side events en la jerga de las Naciones Unidas, para debatir propuestas y políticas de acción contra el cambio climático.
El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) organizó el pasado 10 de diciembre uno de estos actos paralelos para debatir sobre empleos verdes y economía, de cómo las energías renovables pueden ser una de las claves para resolver la crisis económica actual. El impulso a los empleos verdes como palanca de cambio lo destacó ayer el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon durante la su intervención en la Cumbre.
En el acto organizado por ISTAS, Begoña María-Tomé, del Área de Cambio Climático y Energía de este instituto presentó el Informe Renovables y Empleo 2007 y que prevé que en 2020 las fuentes de energía limpia hayan generado más de 270.000 empleos (hoy la cifra de empleos directos ronda los 90.000). María-Tomé destacó que las empresas de renovables en España emplean a trabajadores muy cualificados ya que la mitad de la plantilla tiene nivel de licenciado o medio.
La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, señaló que hay que impulsar los empleos verdes no sólo en el ámbito de las tecnologías limpias y bajas en carbono sino también en otros sectores económicos e industriales de nuestra sociedad. Pidió una alianza entre gobiernos, compañías y sindicatos para realizar la transición hacia nuevos yacimientos de empleo, así como la introducción de nuevos parámetros de solidaridad, equidad y justicia no sólo en los nuevos empleos sino también en los existentes.
Peter Pochen, de la Organización Internacional del Trabajo, afirmó que las energías renovables generan ya mucho más empleo que las fósiles y pidió a los sindicatos que trabajen para conseguir que los nuevos empleos que se creen sean dignos y de calidad, "ya que por el hecho de que sea en sectores de actividad con menor impacto ambiental y favorezcan el desarrollo sostenible no implica que sean buenos trabajos".
Kaveh Zahedi, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, pidió incentivos para el desarrollo de los empleos verdes y afirmó que la crisis actual se tiene que plantear como una oportunidad clara para activar la reconversión del actual modelo hacia una economía verde. "Este es el gran reto y la inacción supone un coste social muy alto", dijo
Joel Decaillon, de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), señaló que la anticipación y el control y la gestión son factores imprescindibles para conseguir marcos de transición justa. "Hay que desarrollar el concepto de democracia, derechos y responsabilidad en las empresas, que vean en estos nuevos sectores una forma de ganar dinero en el corto plazo", afirmó.
Durante las conclusiones, Anabella Rosemberg, responsable de Medio Ambiente de la Confederación Sindical Internacional (CSI), destacó las oportunidades de creación de empleos en las energías renovables y señaló la necesidad de asegurar la calidad de los mismos.
"Tenemos delante un gran nuevo reto para hacer sostenible la economía y los sindicatos debemos asegurar que estos empleos verdes sean verdaderamente sostenibles. Los sindicatos tenemos que ser el puente que una el espacio entre el trabajo actual y la economía futura economía", declaró.