El objetivo prioritario debe ser garantizar el derecho a una movilidad inclusiva, sostenible, saludable, segura y económica de los trabajadores y trabajadoras, es decir: reducir la dependencia del vehículo privado, avanzar en la implantación de servicios de transporte colectivo, mejorar la seguridad viaria del espacio público, así como de las distintas redes de movilidad y fomentar la accesibilidad a pie, en bicicleta o en prácticas más eficientes de uso del coche (coche compartido, carsharing, etc.).
A partir de la demanda y la oferta de la movilidad se han de establecer las estrategias y medidas de intervención para fomentar la movilidad sostenible. Concretar objetivos temporales, hacer propuestas operativas, determinar los responsables, el coste y su financiación y establecer indicadores de seguimiento.
El Plan de movilidad
Fases de la elaboración de un Plan de movilidad:
Realización de la diagnosis
• ¿Cuál es el escenario de partida y qué problemas se detectan?
• Recogida de información, identificación de los problemas y comprensión de la situación de partida para evaluar el potencial de cambio y definir la estrategia a aplicar para lograr los objetivos propuestos.
Elaboración del plan de acción
• ¿Qué queremos cambiar y a dónde queremos llegar?
• Adoptar soluciones para avanzar hacia una movilidad más sostenible de los trabajadores y trabajadoras, identificando a los agentes implicados en el proceso, el calendario de actuación y la inversión material y económica necesaria.
Seguimiento y evaluación del plan
• ¿Qué mejoras hemos conseguido?
• Concreción de los beneficios ambientales, sociales y económicos de haber aplicado el plan de acción y de la evolución de cada una de las medidas realizadas.