Una buena cláusula para incluir en la negociación colectiva podría ser la de asegurar que la empresa se compromete, como parte de su plan de prevención, a adoptar un plan de acción contra el calor y el estrés térmico, y que las medidas concretas se adaptarán a las condiciones de cada centro de trabajo y de cada tarea, y se adoptarán con la participación de los representantes de los trabajadores y de los trabajadores afectados.