Falta de influencia y de posibilidades de desarrollo

Cuando los estudios sobre riesgos psicosociales se refieren a “control”, diferenciamos dos subdimensiones:

a) la influencia o capacidad de decisión sobre las propias tareas y sobre las de la unidad o departamento, y

b) las oportunidades que el trabajo ofrece para aplicar y desarrollar habilidades y conocimientos.

El “control” se manifiesta en la influencia y las posibilidades de desarrollo en el trabajo. Cuanto más influencia y posibilidades de desarrollo, mejor para la salud. Las exposiciones a este grupo de riesgos se ha demostrado que son las que tienen más efecto negativo en la salud, tanto física como mental.

Estas exposiciones se originan cuando la organización del trabajo se rige por principios que llamamos «tayloristas», es decir que existe una separación radical entre quien diseña el trabajo y quien ejecuta ese trabajo, hasta el punto que incluso se normativiza al milímetro la forma de hacerlo.

En estos casos, los trabajadores no pueden decir ni decidir nada sobre cómo realizan el trabajo ni sobre sus condiciones de trabajo: el método a utilizar, las tareas a hacer, el orden de las tareas, la cantidad de trabajo, etc Esta organización del trabajo no deja márgenes para implementar o desarrollar las habilidades y conocimientos de los trabajadores.

“Yo tengo que empezar: Buenos días, la tarjeta XXX por favor, ¿necesita una bolsa?, y luego adiós. Buenos días, o sea, yo no le puedo decir hola, si a lo mejor a mí me sale mejor decir hola. Además, yo estoy cerca de mi casa, llevo un montón de años viviendo en esa zona y es que son casi vecinos, claro, ya me los conozco, a mí me sale hola María, ¿cómo estás?” Cajera de gran superficie.

«No tienes otra opción, es la caja, la caja, y yo no puedo salir un momento a doblar un sweater, (…) incluso tuve ataques de ansiedad, todo por estrés de la caja... Eres como una máquina, eres como un complemento más, (…) y no sabes sino las cuatro cosas que te dicen porque tampoco te dan opción, no puedes moverte de ahí, es siempre lo mismo, es la misma rutina todos los días». Cajera de gran superficie.

Estas trabajadoras se quejan del contenido de sus tareas, en definitiva de sus condiciones de trabajo. En sus trabajos NO tienen posibilidades de aplicar su experiencia, sus conocimientos o sus habilidades y tampoco de mejorarlas. Su trabajo es seguir al pie de la letra lo que les indica otro, de la manera que se les indica, sin poder hacerlo de otra forma.