Dirigente de Comisiones Obreras y el PSUC durante la clandestinidad y las primeras elecciones, gobernó la ciudad de Mollet de 1979 a 1983
Nacida en 1950 en una familia humilde del pueblo de Figaró, a los 14 años empezó a trabajar en la industria textil donde conectó con el movimiento sindical de Comisiones Obreras. Compaginando su actividad clandestina con el trabajo en diversas industrias, y posteriormente en la Caixa d'Estalvis de Sabadell, cursó el bachillerato en Barcelona y se licenció en geografía e historia en la Universitat Autònoma de Barcelona. Tras una breve militancia en el Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN), en 1972 se trasladó a vivir a Mollet donde ingresó en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) y se convirtió en una dirigente obrera y del movimiento democrático de l'Assemblea de Catalunya del Vallès Oriental. En 1977 fue elegida para el Comité Central, y desestimó formar parte de los primeros puestos de la candidatura del PSUC a las elecciones generales para encabezar la lista a la alcaldía de Mollet en las municipales de 1979, que resultó la más votada.
Con sólo 28 años se convirtió en la primera alcaldesa de una ciudad industrial de Cataluña, que entonces albergaba unos 40.000 habitantes, presidiendo un gobierno de coalición del PSUC, PSC y CDC. Entre los logros de su mandato destacan el primer Plan de Ordenación Urbana de 1981, que recibiría exaequo el Premio Nacional de Urbanismo, y la negociación con el Institut Català del Sòl para lograr el abandono del proyecto de una Ciudad Satélite en el entorno de Gallecs y su preservación como espacio agrícola singular. Aunque al inicio sus relaciones con los ecologistas que ocuparon las masies no estuvieron exentas de tensiones, la Comissió Cívica de Gallecs ha rendido público homenaje a su labor para poner los cimientos de la conservación de ese espacio agrario protegido. Las encuestas le otorgaban unos niveles de popularidad muy altos, pero en 1983 rechazó encabezar de nuevo la candidatura del PSUC porque las luchas internas en este partido le impidieron mantener en la lista a personas de su confianza. Sintiéndose extraña a las formas de entender y practicar la política institucional que se consolidaron con la transición, abandonó el PSUC y regresó a su puesto de trabajo mientras seguía militando en Comisiones Obreras hasta 1990.
A partir de entonces evolucionó hacia el ecologismo, el feminismo y el pacifismo donde su actividad y reflexión han dejado una profunda huella. En 1991 organizó la primera Iniciativa Legislativa Popular para el cierre de las centrales nucleares y participó en la creación de Acció Ecologista, que posteriormente se integraría en la federación catalana de Ecologistas en Acción. En 1992 impulsó junto al movimiento vecinal y ecologista la Audiencia Pública "Barcelona Estalvia Energia", de la que saldrían importantes iniciativas como la ordenanza solar de Barcelona que ha sido premiada por la Unión Europea.
En sus últimos años realizó una intensa labor de reflexión ecofeminista que dio lugar al libro Malabaristas de la vida (2003) y a diversas contribuciones al Anuario de Movimientos Sociales, en estrecho contacto con Cristina Carrasco, economista feminista, mujeres de Ca la Dona y del colectivo de la revista En Pie de Paz. También formó parte del grupo asesor del Institut Català de les Dones del primer gobierno tripartito de la Generalitat de Catalunya. Tras volver a su pueblo natal de Figaró, se integró en el grupo ecologista dedicado a la preservación de uno de los cursos de agua en mejor estado ecológico de la región metropolitana, impulsó el proceso de la Agenda 21 local, y colaboró en la singular experiencia de presupuestos participativos que en el 2006 mereció el premio de la Generalitat de Catalunya a la innovación democrática. Su último acto público fue el solemne "Voto" del pueblo de Figaró por la sostenibilidad en el 2007. Tras vivir casi dos décadas con una enfermedad incurable, ha muerto en paz el pasado 5 de enero del 2009 rodeada de sus familiares, amigos y vecinos. El miércoles 7 de enero tuvo lugar una ceremonia civil de despedida en el pueblo de Figaró, al que asistieron cerca de cuatrocientas personas.