Una exposición repetida a elevados niveles de ruido acabará, con mucha probabilidad, dejándote sordo/a. La sordera por ruido acontece lentamente y se diagnostica cuando el daño ya se ha producido de forma irreversible. La sordera produce aislamiento social y limita la eficacia en el trabajo. La sordera es entonces permanente y los aparatos para sordos no son una solución. El ruido excesivo puede producir "silbidos de oído" que en algunos/as se vuelven permanentes y provocar insomnio, irritación y llevar a la depresión.
No solo sordera
El ruido también provoca estrés, fatiga, pérdida de capacidad de reacción y comunicación que pueden ser causa de accidentes y contribuir a la aparición de problemas circulatorios, digestivos y nerviosos.Control del ruido
Un estudio de los niveles de ruido en los diferentes puestos de trabajo de la empresa permitirá establecer un programa de reducción del ruido mediante una combinación de medidas:
Reducción en el origen
- Sustituyendo la máquina o el proceso de trabajo.
- Cambiando de lugar la fuente de ruido o aislándola con un cerramiento.
- Introduciendo modificaciones en piezas y herramientas.
- Disminuyendo el ritmo de trabajo de la máquina.
- Procurando un buen mantenimiento.
Reducción de la exposición
Si lo anterior no es posible se debe reducir el tiempo de exposición, así como el número de trabajadores/as expuestos/as:
- Realizar las operaciones más ruidosas cuando haya menos trabajadores/as presentes.
- Introducir rotación en las tareas.
Protección personal
Cuando todas las demás medidas de control han fracasado se deben proporcionar protectores auditivos a los trabajadores/as.
Su eleccion debe ser cuidadosa: deben ser los adecuados a las características del trabajo y han de ser lo más cómodos posible. No hay que olvidar que los protectores son siempre molestos (ningún trabajador debería tener que usarlos durante toda o la mayor parte de su jornada) y en ocasiones son causa de accidentes.
Control del ruido
1. Lo primero es conocer la situación
En caso que se detecte que el ruido representa un problema para la salud o seguridad, los delegados de prevención han de exigir a la empresa que reduzca el ruido. Si la empresa se niega, se puede pedir que realice mediciones ambientales y que pida los controles médicos previstos en el RD, e informe de sus resultados. Su no realización o el rechazo a facilitar información pueden ser objeto de denuncia ante la Inspección de Trabajo.
Los resultados de las audiometrías se han de utilizar para realizar una valoración del daño colectivo en distintas áreas de trabajo. Para ello, debe disponerse de esta información desglosada por las áreas de interés. Una vez obtenidos los datos de riesgo y de daño, si no se está seguro de saberlos interpretar es conveniente pedir asesoramiento al sindicato.
2. Elaborar alternativas para reducir la exposición
a) De la empresa: exigir información sobre los estudios y programas de prevención obligatorios.
b) De los trabajadores y trabajadoras: requerir sus opiniones y experiencias sobre alternativas de reducción de la exposición.
c) De los técnicos: solicitar asesoramiento a los Gabinetes de Seguridad e Higiene, instituciones universitarias, bibliografía técnica, etc.
d) Del sindicato: pedir orientaciones e información sobre experiencias sindicales.
De las distintas alternativas estudiadas, seleccionar aquellas que parezcan más eficaces y viables para solucionar los problemas planteados. Hay que pensar que difícilmente se va a encontrar una solución única y definitiva, sino que más bien habrá que proponer intervenciones diversificadas. La discusión de las propuestas con los trabajadores servirá para contrastarlas y para comprobar el grado de aceptación y apoyo a las mismas.
3. Controlar y negociar la aplicación de medidas preventivas
Los incumplimientos legales, cuando existan, deben ser denunciados. Además, mediante negociación (Comité de Seguridad y Salud, convenios, etc.) se pude intentar acuerdos concretos puede resultar una línea eficaz de implantación de mejoras por encima de las normas legales.
Entre las cláusulas generales de negociación para mejorar el RD de ruido estarían:
- Reducir el nivel máximo admisible a niveles menores a los permitidos por la normativa.
- Elaboración de planes para la reducción de la exposición cuando se supere el nivel acordado.
- Reducir los plazos mínimos de audiometrías.
- Revisión de las medidas de prevención cuando se detecten los primeros signos de daño auditivo.
- Derecho a solicitar el cambio a un puesto de trabajo cuando a un trabajador o trabajadora se le diagnostique un trauma acústico inicial o en el caso de trabajadoras embarazadas.