Cumbre de Copenhague

2009, un año perdido en la lucha contra el cambio climático

La Cumbre del Clima, celebrada el pasado diciembre en Copenhague, fue un fracaso y supuso un retroceso en el proceso mundial que debería conducirnos a un acuerdo que frene de verdad el cambio climático y mitigue sus efectos. Lo único bueno de la cumbre es que hubo acuerdo, aunque éste no resuelva nada porque no es vinculante y no contemple objetivos de reducción de emisiones, que es lo que se buscaba al fin y al cabo.

La falta de un acuerdo ambicioso legalmente vinculante será muy negativa para las víctimas del cambio climático, entre las que se encuentran millones de afectados por las sequías, las inundaciones y los fenómenos climáticos extremos. Por la escasa ambición en la reducción de emisiones, peligra la oportunidad de emprender un cambio de patrones de producción y un cambio de modelo productivo, que podría crear millones de empleos verdes y mejorar la calidad de vida sin degradar el medio ambiente.

Lo más preocupante es que el proceso iniciado en la Convención Marco Para el Cambio Climático, que dio lugar al Protocolo de Kioto, puede estar en peligro. Un proceso que se logró gracias a la presión de los movimientos sociales y ambientales, a la evidencia científica y, por qué no, al papel de liderazgo jugado por la Unión Europea. Un liderazgo que le han arrebatado Estados Unidos y China, que tienen objetivos mucho menos ambiciosos en cuanto a las políticas de reducción de emisiones. Por tanto, el mundo tiene ahora menos esperanza de que podamos frenar el cambio climático.

Para recuperar el liderazgo perdido, Europa debe fijar una reducción unilateral de reducción de emisiones del 30% en el año 2020 respecto a 1990 para mantener su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, una apuesta que le ha permitido crear un sector industrial pionero en el mundo. Así se lo han manifestado a la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez.

Para CCOO y UGT, la Unión Europea puede y debe cumplir este compromiso -voluntario y no condicionado a lo que hagan otros países -como parte de una estrategia propia que ha supuesto una mayor competitividad de la economía europea.

El objetivo del 30% de reducción puede alcanzarse con un reparto equitativo de los esfuerzos entre los Estados miembros. Los compromisos de Kioto han sido positivos para Europa y nos han situado a la cabeza mundial de algunos sectores industriales y del conocimiento y hemos reducido nuestra factura y dependencia energética.

Se trata, además, de un objetivo alcanzable si Europa actúa con más ambición en los sectores no sujetos a competencia exterior: el sector energético –sobre todo en ahorro y eficiencia- y en los sectores denominados difusos. Europa puede hacerlo sin mengua de su competitividad. Objetivos ambiciosos en el transporte, en minimización y gestión de residuos urbanos y ganaderos podrían alcanzarse si se cuenta con el esfuerzo de las administraciones locales, regionales y de la sociedad civil.

El deseable cambio de modelo productivo, que abrirá nuevas oportunidades a la economía y el empleo en Europa, debe hacerse de acuerdo con la idea de transición justa para los trabajadores. En este sentido, las mesas de diálogo social tripartito en el ámbito nacional son un ejemplo a seguir en el resto de la Unión Europea.

 

Los sindicatos consideran Copenhague una cumbre fallida

Comisiones Obreras y UGT, en la misma línea en la que se ha manifestado la Confederación Sindical Internacional (CSI), consideran que la Cumbre del Clima de Copenhague ha resultado fallida por la falta de ambición en los objetivos y por no haber alcanzado un acuerdo legalmente vinculante. Un acuerdo que ofreciera al mundo la garantía de que se van a reducir las emisiones de manera que se evite un cambio climático catastrófico.

Los líderes políticos mundiales han incumplido el compromiso adquirido hace dos años en Bali de llegar en 2009 a un nuevo acuerdo multilateral legalmente vinculante con compromisos de reducción para los países desarrollados y objetivos de desviación que moderaran el crecimiento de las emisiones de los países emergentes.

La CSI había apoyado un acuerdo en el que se siguieran las indicaciones de la comunidad científica internacional, que recomendaba una reducción de emisiones de entre el 25 y el 40% respecto a 1990 para los países desarrollados.

No sólo no hay acuerdo vinculante, sino que además el texto adoptado no obliga a compromiso alguno y sólo recoge como referencia informativa los objetivos de reducción anunciados por los diferentes países, que están muy lejos de las tales recomendaciones.

Estados Unidos -que es el principal emisor de los países desarrollados- ha anunciado que para 2020 sólo reducirá sus emisiones entre un 14% y un 17% en relación a 2005 (lo que equivale a un 3% ó 3,5% en relación a 1990). La Unión Europea por su parte aparece en el texto con un rango de reducción de entre el 20 y el 30%. No será hasta el 1 de febrero de 2010 cuando los países dirán a qué reducciones voluntarias se comprometen. Con las actuales propuestas, la reducción estaría por debajo del 15%.

Víctimas del cambio climático y exclusión de la sociedad civil en las negociaciones

La falta de un acuerdo ambicioso legalmente vinculante será muy negativa para las víctimas del cambio climático, entre las que se encuentran millones de trabajadores y empleos afectados por las sequías, las inundaciones y los fenómenos climáticos extremos. Por la escasa ambición en la reducción de emisiones, podría peligrar la oportunidad de emprender un cambio de patrones de producción y un cambio de modelo productivo, que podría crear millones de empleos verdes y mejorar la calidad de vida sin degradar el medio ambiente.

UGT y CCCO denuncian la exclusión de la sociedad civil de las negociaciones en la Conferencia como atentado al diálogo social y un inaceptable intento de impedir la presión de la sociedad sobre las decisiones políticas, que rompe, además, una larga tradición de participación de la sociedad civil en la agenda climática. Participación sin la cual no existiría ni la Convención ni el protocolo de Kioto. Comisiones Obreras y UGT se suman a la exigencia de la Confederación Sindical Internacional de que los derechos de participación de la sociedad civil sean restaurados en la próxima cumbre del clima.

Los sindicatos mantienen sus exigencias

En cuanto al devenir de la agenda climática, las organizaciones sindicales consideran que el proceso sigue vigente y mantienen todas sus exigencias:

  1. Que el 1 de febrero los Gobiernos de los países industrializados se comprometan a reducciones de emisiones siguiendo las recomendaciones del IPCC, sensiblemente más elevadas que sus promesas actuales.
  2. Que la Unión Europea adopte para esa fecha el compromiso de reducir sus emisiones de acuerdo con las recomendaciones de la resolución del Parlamento Europeo del 25 de noviembre. Que la UE dirija sus esfuerzos a presionar a EEUU y los países emergentes para que asuman compromisos significativos tanto en reducción de emisiones cómo en financiación de las políticas a largo plazo.
  3. Que prosiga el proceso de negociaciones multilaterales en el marco de Naciones Unidas, tanto bajo la Convención de Cambio Climático como del Protocolo de Kioto, de forma que se pueda alcanzar un acuerdo legalmente vinculante en la COP- 16 (México 2010). Proceso multilateral que debe mantenerse y reforzarse en el marco de Naciones Unidas y que no puede ser sustituido por ningún grupo de países, como el G20, por poderosos que éstos sean.
  4. Que se mantengan en los textos de negociación las menciones a la transición justa y el trabajo decente.
  5. Que se ponga en marcha inmediatamente la financiación a corto plazo, distribuyendo la ayuda comprometida de 30.000 millones de dólares entre los países más vulnerables, con criterios de transparencia, participación de los afectados y transición justa y que se revise al alza la financiación a medio plazo hasta alcanzar los 100.000 millones de euros necesarios, de los que la UE debería comprometerse a aportar no menos de un tercio, siguiendo las orientaciones del Parlamento Europeo.
  6. Que se restauren la participación de la sociedad civil, con mecanismos y procedimientos claros y transparentes que garanticen esa participación.
  7. Esperamos de la Presidencia Española de la Unión iniciativa y liderazgo para obtener esos objetivos así como un reforzamiento de las políticas españolas de lucha contra el cambio climático.

La Cumbre del Clima cerrada a la sociedad civil

Las organizaciones españolas presentes en Copenhague denuncian que el gobierno danés y las Naciones Unidas, con la complicidad de los países, pretenden convertir la reunión de cambio climático en un bunker al no permitir la participación social.

Durante la mañana del miércoles 16 de diciembre ha aumentado la ola de represión a la participación de las organizaciones sociales en las negociaciones sobre cambio climático. Más allá de un problema meramente logístico, consideramos que esta situación forma parte de una estrategia de exclusión de la sociedad civil, ya que a pesar de las restricciones de acceso improvisadas durante la semana, esta mañana se ha procedido a cerrar las puertas durante horas con reglas arbitrarias y sin justificación ni explicación.

En estas condiciones, la garantía democrática del proceso que debe conducir a un acuerdo legalmente vinculante, ambicioso y justo que afronte realmente el problema del cambio climático queda gravemente herida. Nos preocupa mucho la continuidad de la participación social en este foro y reclamamos al Gobierno español, como futuro presidente de turno de la UE, que garantice la presencia de la ciudadanía en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Pese a todas las restricciones de acceso, la presión policial, la falta de apoyo de los representantes políticos, seguiremos  trabajando para que las propuestas de la mayoría de la población mundial sean escuchadas y poder continuar como observadores de este proceso, que sin nuestras voces carece de validez.

Organizaciones firmantes:

Amigos de la Tierra, Comisiones Obreras, Ecologistas en Acción, Fundación IPADE, Greenpeace, Intermon Oxfam, Manos Unidas, SEO/Birdlife, UGT, WWF

Para más información visita el blog de cambio climático de la CSI.

Blog CSI Cambio Climático

Noticias anteriores

ISTAS y CCOO organizan en Copenhague una jornada sobre movilidad sostenible

Istas y CCOO participan en la Cumbre de Copenhague

CSI y Sustainlabour editan cuatro videos para concienciar contra el cambio climático

Ante la Cumbre del Clima de Copenhague, los sindicatos demandan que el realismo implique también ambición de objetivos

Guy Ryder: "La solidaridad debe ser una de las claves en la lucha contra el cambio climático".

La cumbre de Barcelona concluye sin acuerdos en financiación ni reducción de emisiones

Documentación básica para conocer el estado de las negociaciones del nuevo acuerdo climático y el trabajo sindical

Perspectivas ante la Cumbre de Copenhague. Estado de las negociaciones internacionales sobre cambio climático y papel de las organizaciones sindicales.

Prioridades sindicales para el texto de negociación de la CMNUCC

Justificación del apoyo a las prioridades sindicales en el proceso de la CMNUCC.

Posición 2008 sobre cambio climático. Los sindicatos y el cambio climático. Equidad, justicia y solidaridad en la lucha contra el cambio climático.

Daphnia: La transición justa en el nuevo acuerdo global por el clima

Manifiesto por una transición justa frente al cambio climático