Hoy se celebra el Día Mundial contra los Transgénicos

“Es absolutamente inaceptable que ahora seamos nosotros quienes suframos las consecuencias de unas contaminaciones genéticas producidas por unos peligrosos inventos cuyo único objetivo es colocar el control alimentario en manos de un puñado de empresas', asegura Juan Carlos Simón, agricultor aragonés cuyo cultivo fue contaminado por transgénicos

8 de abril

Juan Carlos Simón es uno más de los agricultores y ecologistas que se movilizan hoy para protestar contra los Organismos Modificados Genéticamente (OMG) y denuncian los peligros de estos cultivos para la salud y el medio ambiente.

Consideran que la situación de los OMG en España es cada vez más insostenible y piden cambios urgentes. Mientras varios países de la Unión Europea -aseguran- prohíben su cultivo por los peligros que representan para el medio ambiente, la salud y para las prácticas agrarias más sostenibles, el Gobierno español sigue permitiendo que multinacionales como Monsanto campen a sus anchas en nuestro país. En 2008 se cultivaron cerca de 80.000 hectáreas de maíz transgénico, y aunque existe incertidumbre sobre la cifra en este año, es probable que sea similar.

Durante el mes de abril numerosas organizaciones realizarán movilizaciones por todo el país. Se trata de protestas y acciones informativas y reivindicativas en la calle, en supermercados, en campos de cultivo experimentales, conferencias y charlas, proyecciones de películas, debates y reuniones con agentes sociales. El eje común de estas movilizaciones es la enérgica protesta contra la imposición de los transgénicos en nuestra agricultura y alimentación a pesar de que la oposición social sigue siendo mayoritaria, tanto en el medio rural como urbano.

Aragón es la región española que más transgénicos cultiva. De un total de 79.269 hectáreas de cultivo comercial en 2008 (según datos del Ministerio), 31.857 de plantaron en la Comunidad Autónoma de Aragón. Estos cultivos, aunque suman menos del 25% de la superficie total de maíz en España, compromete a todos los cultivos de maíz convencional, ecológico y tradicional. La contaminación existe y está suponiendo pérdidas para los agricultores. La experiencia de España demuestra que la pretendida coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos es completamente imposible .

Cada vez hay más evidencias de impactos de los transgénicos. Países como Francia prohíben su cultivo, basándose en científicas sobre sus impactos ambientales y la imposibilidad de proteger a la agricultura convencional y ecológica de la contaminación. Y cada vez hay más muestras de los potenciales daños para la salud de alimentos transgénicos ya aprobados para consumo humano. Es el caso de un reciente estudio publicado por el Gobierno de Austria que mostraba que la fertilidad de ratones alimentados con el maíz de Monsanto NK603 x MON810 se veía seriamente dañada. Las autoridades europeas le habían dado el visto bueno y las españolas han seguido autorizando su cultivo experimental en nuestro país. A día de hoy, este maíz no ha sido retirado del mercado y sigue entrando en nuestra alimentación.

Hace unos meses se publicó una lista de adhesiones en contra de los transgénicos, entre las que figura el secretario de Medio Ambiente de CCOO, Llorenç Serrano, o el director de Medio Ambiente de ISTAS, Manuel Garí.