En 2008 se registraron menos incendios que en la media del decenio 1998-2007

Pese a los resultados de la campaña de incendios de este año, se necesitan más políticas de prevención y la mejora de la situación de los trabajadores

Madrid, 14 de noviembre de 2008

Finalizada la campaña de incendios forestales, el número de siniestros y la superficie forestal afectada en 2008 han sido menores en comparación al conjunto de los últimos años. Sin embargo, esta situación se debe este año más bien a unas buenas condiciones meteorológicas (entre ellas, ausencia de fuertes y prolongadas olas de calor) pero no supone que se haya resuelto el problema de los incendios forestales en nuestro país, aunque sí es cierto que se ha mejorado en medios de extinción.

Es imprescindible artícular una política de lucha contra los incendios forestales basada en la prevención, es decir, en la ordenación de los montes, una inversión adecuada en los mismos y su explotación sostenible. Es imprescindible para ello impulsar al sector forestal, con inversiones muy superiores a las actuales.

Sería determinante, además, que se ampliasen a todo el año los trabajos de prevención de incendios con presupuestos y personal incrementados, asegurando que todos los colectivos implicados en la lucha contra las llamas realicen su trabajo de forma segura. Asimismo, es imprescindible mejorar la investigación de estos siniestros, para que se conozcan sus causas y se destierre la aparente impunidad de la que hoy goza el que prende fuego al monte.

Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, para el periodo que va del 1 de enero al 6 de noviembre de 2008 se han registrado 11.112 incendios, frente a la media de 18.000 incendios forestales del decenio 1998-2007. La superficie de monte afectada también ha sido significativamente menor, y en 2008 la superficie afectada por los incendios ha sido de 38.523,53 hectáreas, menos de un tercio de la media del decenio.

A corto plazo, sin embargo, no cambiarán las circunstancias que determinan las causas estructurales de los incendios forestales: la tendencia creciente de despoblamiento del medio rural, el envejecimiento de su población y el descenso de las actividades económicas en el campo, el modelo de propiedad de los montes -dos tercios en manos privadas-, y el incremento de la biomasa en un país donde tan sólo el 14% de la superficie forestal está ordenada con planes de gestión - la mayor parte, montes públicos-, lo que se traduce en la existencia de grandes masas forestales sujetas a la amenaza del fuego. Por lo que es previsible que volvamos a asistir a años con numerosos incendios forestales que afectarán grandes superficies forestales.

El informe Evolución de los incendios forestales en España y de la situación de los trabajadores de prevención y extinción, presentado por ISTAS/CCOO el pasado mes de julio, analiza la evolución de diferentes aspectos relativos a la lucha contra los incendios forestales en los últimos cuatro años, con algunos resultados como los siguientes: 

  • Las inversiones para la lucha contra los incendios forestales han experimentado un incremento general de un 46,42% en los últimos cuatro años. La media de inversión para la lucha contra los incendios forestales a nivel estatal es de 32,64 euros por hectárea forestal. El esfuerzo inversor, expresado en cuántos euros, de cada 1.000 euros de PIB, se han destinado a la lucha contra los incendios forestales en 2008, es de 8,37 euros de media. Las comunidades con mayor esfuerzo inversor son Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Andalucía y La Rioja. En el otro extremo se encuentran País Vasco, Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias. 
  • Desde 2005 se ha producido un incremento de un 30,34% del personal que lucha contra los incendios forestales y se ha pasado de 30.000 profesionales (según fuentes de la Dirección General para la Biodiversidad) a más de 51.000, según los datos que ha podido obtener ISTAS. Pero la media de superficie forestal a cubrir por los agentes forestales y los retenes - unas 637 ha- es muy alta y lo es aún más si se analizan los casos de algunas comunidades autónomas como Castilla - La Mancha, Aragón y Extremadura, con más de 1.000 hectáreas por combatiente.
  • La situación de los trabajadores del Estado y de algunas comunidades autónomas como la andaluza, la castellano-manchega, la castellano-leonesa y la aragonesa ha mejorado en los últimos años en términos de estabilidad laboral, formación o prevención de riesgos laborales, pero las mejoras no son suficientes. 
  • Se siguen detectando numerosas carencias en materia de prevención de riesgos laborales, con trabajadores que no han recibido la formación adecuada o que tienen turnos y horarios excesivamente largos, pasando por casos en los que los equipos de los combatientes son deficientes o inadecuados. 
  • Aún se desconoce el origen de aproximadamente el 20% de los incendios forestales. Si bien se han producido importantes mejoras para facilitar la investigación en las fiscalías, aún se detectan graves carencias en este y otros ámbitos. Algunas comunidades autónomas se inhiben de emplear sus propios medios -como el Cuerpo de Agentes Forestales- para investigar la causa de los incendios forestales. Es el caso de la Comunidad de Madrid, Extremadura, y Castilla - La Mancha. Estas dos últimas y Cantabria y Castilla y León, además, contratan el servicio de empresas privadas para la investigación de incendios, algo imposible de asumir desde el punto de vista sindical y de defensa de la función pública.